con foie gras y sin oca

Entre que me hallo y no me hallan, pues aquí les va esto

martes, marzo 22, 2005

Cristina vs oficina burócrata

Hoy fue mi último día de trabajar gratis pal gobierno, o dicho más bonito, de trabajo social. Éste fue como de costumre, sólo que ahora no comí con mi jefa ni departí con las secretarias, pero cómo me pelee con el mobiliario.

Capítulo I: la interminable riña con la fotocopiadora
Durante varios años he menospreciado el trabajo de los fotocopiadores, siempre me burlo de lo tontos, inútiles e inoeptos que son. Hasta he llegado a desarrollar un leve reconocimiento hacia ellos cuando me los encuentro fuera de su cuartito. -¿Y ese, creo que lo conozco, pero algo no luce igual?- Sí, efectivamente, son sumamente familiares pero no los reconozco del todo porque nunca les veo la parte inferior a la cintura. Verlos caminando es todo un desconcierto.
Bueno, el ñor de la fotocopiadora en Conaculta es un tal "Don Tomy" que habita en un cubículo de 1.5m x 3m. Siempre está de mal humor (a no ser que ande de coqueto), saca las copias que él quiere o cree que uno se merece y blablabla. Pues a este don le dieron incapacidad (pero si mentalemnte eso le sobra) porque le salió una úlcera y el caso es que no hay quien saque las copias.
Yo, toda inexperta y con ánimo emprendedor en tareas papeleras, desperdicié no sé cuántas hojas porque alguien -más hábil o más menso que yo- púso la funsión de 12 copias cuando sólo quería una de cada una. Salieron además movidas, truncas, negras, blancas, etc. Todo un desastre.
Antes de sacar las lágrimas tuve que hacer uso de las mañas y coquetería chick de "ay, no sé cómo sacar copias, alguien que me ayude, mujercita en aprietos". Y listo, las copias limpecitas, sin manchas negras, con el texto completo, una después de la otra y justo las que yo quería!!!!!!!

tiempo despediciado: 35 min

Capítulo II: el eterno forcejeo entre la engargoladora y su servidora
Con una vez no me bastó, quise demostras una vez más mis "habilidades" y me ofrecí a engargolar unas cosas. Otra vez, al no estar don Tomy, tuve que hacerlo con mis propias manitas.
Lo primero que sucedió fue que al levantar la palanquita y meter las hojas pa' que se perforaran, no se perforaron todas. Después de varios intentos me di cuenta de que la máquina (de mi piso) no servía y tenía que volver al 10° donde está el lugarcito de don Tomy. Ésta sí funcionó, pero en uno me los momentos de perforar tiré un librerito del susodicho y le regué sus cositas. Ayyy.
Que bueno que ya me fui porque así ni me reclamará.

tiempo malgastado: 22min.

Capítulo III: la triple perforadora y yo de nuevo
Uy que carai con ese mobiliario oficinista. No sé porqué inventan cosas para facilitarse tanto la vida si acaba siendo lo opuesto.
Hay un artefacto que perfora en tres partes de una hoja. Éste es utilizado para oradar aquellas hojas destinadas a una carpeta. Gran inveto de hombre huevón.
El problema es que debido al bajo presupesto de la institución, la única que hay en los dos pisos de cultura infantil es una maldita porquería. No perfora, muerde y sólo dos de los tres agujeros, el de enmedio ni existe.
Yo, tratando de arreglarla casi la romó y decidí pedir ayuda. Terminó haciéndolo otra persona muy amble.

tiempo despilfarrado: 40 min.

También tuve probelmas con la envoltura de un paquete a falta de cinta canela, con la impresora, el fax, la silla sin asiento y la otra silla sin respaldo.

Ahora entiendo a la burocracia, no siempre malgastan el tiempo por huevones -bueno, algunos sí- en ocasiones en cuestión del mobiliario.


Nota: sé que este post está fuera de contexto temporal pero todo fue debido a las vacaciones. Sin embargo, si no le importa leer noticias atrazadas pus se divertirá. Gracias por su comprensión.

3 Comments:

Publicar un comentario

<< Home