con foie gras y sin oca

Entre que me hallo y no me hallan, pues aquí les va esto

miércoles, julio 06, 2005

La forma en que volvió a mi

¿Será un sórdido recuerdo o sólo una pesadilla?
Vino a mí después de levantarme y lavarme la cara un tanto sudorosa, causa del estupor veraniego frecuente en mis vacaciones.

Tenía cinco años, había viajado a Mexicali para celebrar el cumpleaños XV de una prima. El viaje había sido largo, y no a causa del transporte, porque en avión apenas se hace poco más de una hora, sino por la distancia. Nunca había estado tan lejos de casa.

En esta ocasión, como lo ameritaba el ver a la familia casi nunca visitada, llegamos una semana antes del gran jolgorio y nos quedaríamos una semana después para convivir con los tíos, primos, parientes lejanos y no tan lejanos. También fue la primera vez que salía del país, aprovechando la distancia, pasamos al "otro lado".

Fui feliz. A pesar de no tener a mis hermanos ni a mi mamá y bueno casi tampoco a mi papá porque sólo estuvo como una semana, tuve una agradable estancia. Jugué como desquiciada, me compraban juguetes sin siquiera pedirlos, me regalaron ropa, todas las noches eran de helado flotante; la comida con pizzas, hamburguesas; postre, postre y más postre; televisión ilimitada... en fin lo que un niño disfruta en demasía.

Pero todo habría valido la pena si no hubiera tenido que pagar por ello. ¿Fue un pago o más bien un abuso? ¡Abuso! digo. No puedo creer que por tanto años haya creído tener eso que una sabe cuando la pierde (bueno, en la mayoría de los casos).

En uno de los días en que quedé en manos de mis tías y abuela, porque mi padre había regresado a México, los juegos con mis primos varones se tornaron extraños. Un "juego" consistía en encerrarnos en un bote de ropa sucia y luego rodarlo por las escaleras, para ver quién aguantaba más. Después esto mutó a encerrarnos en el closet y después no sé cómo fue que tornó en estar a solas (como por tres ocasiones) con ese adolescente -siete años mayor que yo- en su cuarto, con mi ropa interior abajo de las rodillas temblorosas, los ojos cerrados y la imposibilidad de contar lo ocurrido a nadie.

Es impreciso decir que me desagradó, pero cierto era que lo truculento de aquello desbordaba razón y que ahora no creo haya sido ni mínimamente decoroso. Víctima de mi inocencia pero más del abuso de esa persona que afortunadamente tengo años sin ver.

Si con esto de recordar es vivir, prefiero adelantarme al averno.

6 Comments:

  • At jueves, julio 07, 2005 4:33:00 a.m., Blogger YO SOY EL QUE YO SOY said…

    Cristina

    A veces con tal de protegernos , la mente nubla los recuerdos que pueden lastimarnos o ser dolorosos. Que bueno que lo puedas contar, porque generalmente eso es bueno en estos casos.

    Puede haber conflicto al pensar que no lo sufrimos tanto como debimos o generar culpa si de alguna manera lo disfrutamos, pero trata de pensar que efectivamente, tú eras una niña que no tenía clara idea de la sexualidad y que no existe ninguna responsabilidad de tu parte.

    No dejes que te lastime, si no te afectó en el pasado, que no pase ahora, a veces el verdadero daño se hace cuando las circunstancias o el entorno magnifican un hecho que aunque no es ideal, tampoco te deja marcada o merma tus capacidades para ser una mujer sana y feliz


    si sientes la necesidad recurre a tus amigos, que son muchos y te quieren más

     
  • At jueves, julio 07, 2005 10:53:00 a.m., Blogger es mi nombre Berenice said…

    ¿Qué! No maes, que fuerte. Estoy asustada.
    A mí un rpimo cuando me hacía "cosquillas" me manoseaba ahí.

     
  • At jueves, julio 07, 2005 11:33:00 p.m., Blogger Gade Herrera said…

    Recuerda que cuentas con tus amigos (porque aunque no lo creas así te considero) para cualquier problema...

    No dejes que tu pasado derrote tu gradioso presente y termine rompiendo tu victorioso futuro...

    ánimo...

     
  • At domingo, julio 10, 2005 10:44:00 p.m., Blogger Chinísima said…

    Cris...
    Me dejas pensando... no entendí muy bien... ¿te ocurrió o alguien te lo contó y en tu blog te conviertes en una intermediaria?
    Cris...
    No sé ni qué decir. A veces soy de lento procesamiento, así que creo que lo mejor será una llamadita telefónica, ¿te parece?
    Un abrazo.

     
  • At jueves, julio 14, 2005 2:50:00 p.m., Blogger Pami Yasbeck said…

    ¡Diversión extrema! En la secundaria mis amigas y yo jugábamos a la silla de la tortura. Daniela siempre lloraba.

     
  • At sábado, julio 16, 2005 12:58:00 a.m., Blogger Cory said…

    ¡Cris! Hola, tenía rato que no me paseaba por acá...pero ¿qué es lo que leo? estoy de acuerdo en que no recuerdes eso, bueno... es imposible de cierta manera, pero creo que todos tenemos algunos recuerdos escabrosos...yo era la niña más molestada de toda laprimaria, durante 6 años...como esos niñitos japoneses que se trauman...en fin. Creo que lo "superamos" después de todo

     

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