Lo he comprobado...

los hombres son unos cerdos (bueno, no todos todos, pero la mayoría sí).

Me tocó ir a entrevistar a la hija de Amalia Hernández, por la apertura de su nueva compañía.
El chiste fue que el fotógrafo que tenía que tomar imágenes de ella y de las chamacas bailando nomás no llegaba. Cuando llegó ya estábamos 10 minutos sobre la hora de inicio de la función-ensayo, era sumamente tarde.

Viviana Hernández, toda buena gente, dejó que le tomáran las fotos con todo y que era tarde. En eso, llegó la hija de la coreógrafa a retratar. Una mujer guapísima, alta, rubia, nariz y rostro fno y respingado, perfumada de pies a cabeza, fresa y educada, con chofer y todo, ah! y con minifalda.

El fotógrafo ese tenía que pasar a los camerinos y fotografiar a la madre, ya era muyyyyy tarde y el señor esperó hasta que entrara la exuberante fémina "pásele señorita, primero las damas". Yo, que ya estaba adentro, veo cómo el hombre se super comió con la mirada a la bella, que tan sintió la mirada comelona del fotógrafo que volteó a verlo raro.

Yo nada más lo vi y moví mi cabeza en forma negativa y casi lo empujo para que fuera hacer su chamba ¡orale cabrón! Chale.



Eso de "pase ud., primero las damas" al subir escaleras, a un camión, pasar por una puerta no es caballerosidad, ¡es para verle la cola a las mujeres!

Ahora lo se todo, bueno, ya lo sabía, pero lo he comprobado.