con foie gras y sin oca

Entre que me hallo y no me hallan, pues aquí les va esto

viernes, febrero 24, 2006

He pensado en dejar la empresa del reciclaje

Después de una semana de total indiferencia hacia el negocio que ya estaba cerca de cerrarse, he pensado por lagunos momentos, muy seriamente, en dejar la empresa de reciclaje que había comenzado.


Cómo es posible que una mala noche haya podido desencadenar una baja tan significativa!!!

Y cómo es que uno puede llegar a sentirse derrotado y querer tirar la toalla cuando todo marchaba viento en popa.

Ya había pasado por mi cabaza aquella canción que creo se llama La chancla, "... porque la chancla que yo tiro no la vuelvo a lebantar". Soberbio, sí, pero qué se le va a hacer cuando el negocio no anda bien. Sólo que a esa chancla no recuerdo haberla tirado.

Hace una semana, o dos tal vez, le eché un ocho a una nueva empresa, que por la pura infraestructura proyecta un panorama interesante. El problema es que la nueva empresa el algo vieja. Seguramente ya tiene más de 30 años y ha pasado por varios jefes en turno (bueno, y eso qué, eso la hace más tener más experiencia en el campo). Aún no conosco nada de ella, sólo se que proviene de un barrio peligroso, que es homónimo de uno de los más talentosos artistas plásticos y que se dedica a la manufactura artística. Con los años que pesan ya sobre ésta, seguro que tiene ya sucursales, o no querrá ser ádquisición de una empresaria tan joven como yo.

Las negociaciones no van más alla de un cordial saludo y uno que otro intercambio de información.

Pero como suele ocurrirme en estos casos de deslumbramiento empresarial, seguramente perderé el interés en cuanto sepa realmente la historia de dicho bussines.

¿Reciclar o no reciclar? ese es mi dilema, pues aunque no adquiera ese viejo negocio (ja, lo más seguro) tendré que pensar cómo voy a salvar mi empresa.

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