con foie gras y sin oca

Entre que me hallo y no me hallan, pues aquí les va esto

miércoles, febrero 15, 2006

¡Ese catorce!

Ja, día creado por la publicidad, pa que los ambulantes vendan más y más mugres, bah cursilerías.
Eso se dice nomás cuando uno está amargado, pero pues deja salir la rabia ¿no? Y es mejor dedicarse a voltear a ver cuántos amigos verdaderos tiene uno, eso consuela.

Hasta ahora no recuerdo un sólo 14 de febrero en el que me la haya pasdo bien. Horror. Todos han sido una verdadra mierda. Pero esta vez no me amargaré, no tengo tiempo ni para amargarme :(
Por eso, expondré unas de las cosas buenas que ocurrieron este día de San Valentín, en el que tuve mucho amor.

Cuando me desperté, lo primero que vi fue esta carita

Sí, estaba igual de linda y yo toda modorra. Ella me levantó su manita para que la "chocara".
Es mi sobrina Daniela y cumplió dos años hace poco. Es una ternurita y como llega bien temprano a mi casa, pues va y me despierta.

Después pasaron cosas rutinarias, pero luego ya me encontraba en el aeropuerto para despedir a mi prima Saskia, la australiana a la que por desgracia ninguno de mis amigos pudo conocer.

En las otras dos veces que había venido no tuvimos ningún tipo de conexión, es más, cuando se fue la segunda vez se despidió con un beso al aire y un abrazo insípido. Esta vez me di cuenta de que tengo muchas cosas en común con ella, que es alguien muy inteligente y a quien me gustaría ver muchas veces. No puedo decir que la extrañaré porque nunca la veo, pero sentí hondo el pecho cuando se despidió llorando, no pensé que llorara, pero creo que es por tanto cariño que deja aquí (uuuuuuuuuuyyyy pero ya ven que eso de la cursilería sí me salió en el san valentín).

Bueno, se las presento, es muy similar a mi hermano menor, es más, parecen más hermanos ellos que yo.




Pues a final de cuentas sí tuve mucho amor.

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