con foie gras y sin oca

Entre que me hallo y no me hallan, pues aquí les va esto

jueves, enero 06, 2005

Esos días de reyes...

Esta fecha me hace por obligación recordar esos días de reyes, de los mejores de mi vida infante pero también unos de los más desepcionantes. Debo decir a mi favor que no fui una niña pedinche y desconsiderada y que no era mal portada.
La emoción por la visita de los Santos Reyes Magos era algo de lo mejor después de descubrir los juguetes, pero los reclamoa maternales eran de las cosas más espantosas. "Mira, mira, ya vez que no eres tan buena como dices en tu carta. Los reyes magos te están viendo desde allá y no querras que sepan que eres una niña fea y desobediente, ¿verdad?"
Yo, por lo consiguiente, era un "angelito" el día 5 de enero (como si eso limpiara todo lo malo hacho el año anterior, jajajaja).
Había que poner el zapato boleado (si,precisaemnte el zapato porque el requisito era uno, de tal forma que al siguiente día escolar iba con uno sucio y uno reluciente) y dormirse temprano porque si no, los reyes no llegaban.
De todas formas, esa noche nunca dormí, esperaba intranquila para escuchar el rechinido de alguna puerta, las pisadas de uno de mis hermanos o los gitos de emoción en la escalera; cualquier señal que me indicara que ya era el momento de bajar antes de que los desgraciados de mis hermanos tocaran siquiera mis preciados regalos.
La alegría estaba presente, habían aparecido como por arte de magia alguna de las cosas que pedí. La terrible desepción se presentaba cuando me daba cuenta de que no todo era lo que yo solicité. Ejemplo de ello fue que la anhelada *Barbie* que había solicitado años atrás por fin parecía estar ahí, en mi sillón. Volteo la caja y sí era una muñeca tipo aquella, con la pequeña diferencia que su nombre era *Mandy*. Su cabello no era subio y sedoso sino amarillo huevo, crespo y como con un mechon blanco que la hacia lucir como la novia de Frankenstein.
Ironía, la muñeca que toda niña tiene fue la que yo nunca recibí, al igual que los walkman porque lastimaban los oídos.
Lo que siempre recibí fue alguna ropa (el peor regalo para un niño que desea fervientemente juguetes) jamás pedida. En ocasiones aparecían pilas para no sé, "los aparatos de la casa", plastilina (¿?), pegamento industrial (¿¿¿¿¿¿¿???????), entre otros apropiados presentes que una niña como yo usaría.
A pesar de que era un día de alegría, la envídia infantil nunca faltó. Mis primas hablaban por teléfono para decirme lo que les habían traido (claro eran hijas únicas) y pus yo también les decía lo que tenía (bueno, no siempre tan malos los regalos) y de paso lo de mis hermanos pues al fin y al cabo yo también jugaría con sus cosas. Si, creo que esa fecha sacaba lo peor de mi.
Ahora comprendo la insistencia de mis padres por saber lo que les iba a pedir a los reyes. Ja, y para qué si no sabían cuales eran a ciencia cierta nuestros exigentes requerimientos sobre las nuevas tecnologías jugueteras. Cuando veíamos Chabelo en su cama para revisar las opciones lúdicas en los anuncios intemedios, ellos estaban bien dormidos fingiendo poner atensión. "Ah, si si si, se ve bue...zzzzzzzzz".
Por faltas como esa es que mis hermanos y yo llegamos a recibir regalos como la Mandy; un dominó montecarlo ( de ese que juegan los mayores) en lugar de ese maravilloso juego que brillaba en la oscuridad y hacía reacciones en cadena casi solito; un rompecabezas con bello paisaje en lugar de un tren eléctrico; una palapa con bongoes en lugar de la Barbie hawaiana...
Pero ya no apelaré a los reclamos, cuado sea madre vendrá la hora de vengarme, jijijijiji. No, espero que no, juro prestar atención a mis mocositos pa no crearles traumas.

Bueno, pues feliz día de reyes!!!!!!!!!

4 Comments:

  • At jueves, enero 06, 2005 12:39:00 a.m., Blogger es mi nombre Berenice said…

    Ay, ¿pero qué maladades podías hacer tú?

    jajajaja Mandy... jajajaja

     
  • At jueves, enero 06, 2005 1:06:00 p.m., Blogger E said…

    No pues ni de qué quejarse, que niño no tuvo la ilusión y le partieron el queso con otro regalo que nada que ver con lo que pedia? pero en fin, es mejor eso a ver a los pobres chamaquitos que los llevan por su regalo de reyes a la tienda, eso si que es para ponerse triste

     
  • At jueves, enero 06, 2005 2:23:00 p.m., Blogger Paulina I (Primera) said…

    Los Reyes Magos y la vida nunca entienden las exigencias de uno...ni de chico, ni de grande..

    Quiero la Babie sirena!! resultado: Una sirena que ni parecía Barbie.

    Quiero una bici!! resultado: un triciclo! (años después me enteré que mi papá no sabía que yo ya hasta sabía andar en bici y el compró el triciclo,que para empezar mis andadas sobre ruedas)

    Quiero un amorcito!! resultado: Un pretencioso músico esquizofrénico que nomás no me amará.

    Que bueno que ahora tienes un blog!!

     
  • At jueves, enero 06, 2005 3:06:00 p.m., Blogger es mi nombre Berenice said…

    Yo fui de esas. Lo peor ppiorrr es que mi mamá me decía -después de comprarlo- no lo pueds abrir, por ende jugar con él, hasta el 6... chale.

     

Publicar un comentario

<< Home